lunes, 22 de febrero de 2010

La renta y los estudios de los padres, relacionados con la obesidad infantil.

Un 25% de los niños españoles sufre sobrepeso según un estudio realizado por Thaos.

Los hijos de padres con estudios universitarios y con rentas altas tienen menor probabilidad de sufrir problemas de obesidad, según una información que podemos leer en El País . Este estudio (Thaos) ha tenido en cuenta datos recogidos de un total de 8.880 niños, de 3 a 12 años, y de 5 localidades españolas (Aranjuez, Castelldefels, Sant Carles de la Ràpita, San Jaun de Aznalfarache y Villanueva de la Cañada).

Entre las conclusiones de este estudio, según este periódico, un 25% de los niños padece sobrepeso pero el reparto resulta desigual. La ciudad con mayor renta por habitante, de las cinco en las que se realizó el estudio, presenta un 14,9% de obesidad infantil, lo que reprensenta la de menor índice. Por el contrario, la localidad con menor renta el exceso de peso está alrededor del 30%.

El psiquiatra director de este estudio, Rafael Casas, admite que la relación entre el peso y el tipo de colegio es consecuencia de la educación de los padres y de la renta de cada familia. Resulta llamativo que en los colegios públicos un 25% de los niños tengan sobrepeso, en la concertada un 21%, y en la privada un 15%.

Estos primeros datos se completarán con una próxima edición de este estudio, que tendrá una muestra de 40.000 niños de 32 municipios diferentes.

¿Comes correctamente? Haz el test.

Muchas personas ni siquiera saben si realmente están comiendo correctamente. Para conocer si la dieta que consumes es saludable es suficiente con realizar este pequeño test.

Apunta la respuesta más adecuada a cada pregunta y posteriormente calcula la puntuación final. Al terminar el test, tu puntuación indicará cómo es tu alimentación. Por favor, para no engañarte a ti mismo, trata de ser honesto. En cuanto a las posibles respuestas, "a menudo" significa la mayoría de los días; la respuesta "A veces" significa con relativa frecuencia, es decir, entre una vez a la semana y una vez cada 15 días; la respuesta "Raramente/nunca" significa una frecuencia menor de una vez cada varias semanas.

1. ¿Con qué frecuencia comes fruta en el desayuno?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

2. ¿Con qué frecuencia comes vegetales de hoja verde (como espinacas, brécol, repollo o coles de Bruselas...)?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

3. ¿Con qué frecuencia comes ensaladas con lechuga, tomates, etc. (bien sola o bien en los bocadillos)?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

4. ¿Con qué frecuencia haces tente-en-piés de fruta fresca durante el día?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

5. ¿Con qué frecuencia comes cereales integrales (pan integral, pasta integral y arroz integral)?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

6. ¿Con qué frecuencia comes vegetales de color naranja/amarillo, como zanahorias o pimientos?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

7. ¿Con qué frecuencia comes legumbres como garbanzos, judías, lentejas y guisantes?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

8. ¿Con qué frecuencia utilizas cebolla, ajo o hierbas para dar sabor a las comidas en vez de utilizar la sal?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

9. ¿Con qué frecuencia comes pescados azules como atún, sardinas o salmón?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

10. ¿Con qué frecuencia tomas como tente-en-pié o con las comidas frutos secos, semillas o nueces?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

11. ¿Con qué frecuencia comes frutas cítricas, como naranjas, mandarinas o pomelos?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

12. ¿Con qué frecuencia comes filetes de carne roja u otras fuentes alternativas de hierro (tales como productos de soja, legumbres...)?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

13. ¿Con qué frecuencia consumes los lácteos desnatados o semidesnatados?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

14. ¿Con qué frecuencia pides ensaladas o vegetales cuando comes fuera de casa?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

15. ¿Con qué frecuencia utilizas para cocinar aceite de oliva o de girasol, en vez de mantequilla o manteca?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

16. ¿Con qué frecuencia bebes preferentemente agua con las comidas?

- A menudo (2 puntos), A veces (1 punto), Raramente/nunca (0 puntos)

RESULTADOS

0-10 puntos: Probablemente ya sabes que no comes todo lo bien que sería deseable. Está ampliamente reconocido que la ingesta de vegetales y frutas puede disminuir el riesgo de cáncer y de enfermedades cardiovasculares, dos de las causas de muerte más frecuentes en los países occidentales. Ello parece deberse a la presencia de vitaminas y sustancias con actividad anti-oxidante en estos alimentos. Debes acostumbrarte a comer con unos hábitos más sanos.

10-20 puntos: Estás comiendo aceptablemente aunque todavía podrías mejorar.

22-32 puntos: ¡Muy bien! Tu alimentación es correcta, obteniendo suficientes nutrientes a través de los alimentos. PILAR RIOBÓ. .

Los españoles y españolas suspendemos en nutrición.

La comida rápida sigue siendo el peor enemigo de nuestro cuerpo.

Los españoles creemos que comemos mejor de lo que realmente hacemos. Poco a poco vamos alejándonos de la clásica dieta mediterránea, cambiando los productos naturales con la que se elabora la comida por comida precocinada, artificial, pero eso sí mucho más rápida de hacer. Actualmente el tiempo es oro, y no muchos dedican horas y horas a la cocina cuando pueden saciarse igual metiendo una pizza en el horno. Los nutricionistas están preocupados por el incremento de estos hábitos alimenticios, y no parece que vaya a disminuir.

Una tercera parte del gasto en alimentación que realizamos los españoles se realiza fuera de casa. Es decir, las "tapas" del bar, la hamburguesa o los sándwich empaquetados se llevan ese tercio del consumo. Esto no puede pasar inadvertido para nuestro cuerpo que ha notado el cambio de esta dieta y los casos de obesidad en nuestro país comienzan a aumentar.

Una de las principales causas de éste fenómeno es la distancia entre el lugar de trabajo y los domicilios. Muchas personas no disponen del tiempo necesario para ir a comer a casa, por lo que los bocadillos, y los lugares de comida rápida cercana a los trabajos son la principal alimentación de estos. Además también numerosos estudios han demostrado que la inmigraciónfalsa conciencia de los españoles que creen que comen mejor de lo que creen y la limitación de tiempo hace que nuestra alimentación cada vez sea peor. ha traído hábitos de consumo diferentes, además de nuevos productos y restaurantes rápidos como los kebabs que hace unos años no se conocían y ahora son parte importante de la dieta de muchos jóvenes. La

Las soluciones para este problema son sencillas, comer más en nuestro domicilio, elaborar nuestra comida en casa y llevárnosla en un "tapper" al trabajo, medir más nuestros menús cuando comemos fuera, planificar lo que queremos comprar antes de ir al supermercado y no olvidarnos de llenarla de hortalizas y verduras y sobretodo ser conscientes del problema que existe y de la importancia de la alimentación para nuestro cuerpo. Laura Hernández. ParaSaber.com

Dormir para seguir aprendiendo.

Dormir para 'vaciar' el hipocampo ... y seguir aprendiendo.

"Una noche en vela reduce la capacidad de asimilar conocimientos en casi un 40%",
explica el científico Matthew Walker.

¿Por qué después de un cierto número de horas consciente el organismo simplemente se duerme? Sigue siendo un misterio, pero hay algunas cuestiones cada vez más claras. Por ejemplo, que el sueño es necesario para aprender. Los trabajos presentados en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) que se celebra estos días en San Diego (California, EEUU) no sólo lo confirman, sino que investigan qué fases del sueño son las cruciales para el aprendizaje, qué áreas cerebrales están implicadas y si se producen cambios con la edad -como sugiere el hecho de que los bebés duermen mucho más que los ancianos-.

El trabajo de Matthew Walker, de la Universidad de California en Berkeley, refuerza la teoría de que el sueño limpia la memoria a corto plazo y deja sitio libre para más información. Los recuerdos de los hechos del día se almacenarían temporalmente en el hipocampo -área identificada hace tiempo como importante en la memoria- para después ser enviados a la corteza prefrontal, que dispone, probablemente, de más capacidad. "Es como si el buzón de correo entrante del hipocampo se llenara, y simplemente no van a entrar mensajes nuevos hasta que se vacíe", dice Walker. "Los recuerdos rebotarán hasta que duermas y los muevas a otra carpeta".

El proceso está íntimamente relacionado con el aprendizaje. En uno de sus experimentos más recientes, Walker hizo que 39 jóvenes aprendieran una tarea específica durante un tiempo determinado, a mediodía. Todos tuvieron resultados similares. Pero a las dos de la tarde la mitad de ellos durmió una siesta y la otra mitad no, y de nuevo a las seis se dedicaron a aprender. Esta vez los que no habían dormido tuvieron resultados peores, mientras que los de la siesta mejoraron.

Así que Walker repite un consejo que no sonará nuevo a los estudiantes: pasar la noche despierto estudiando antes del examen no es en absoluto una buena idea. "Una noche sin dormir reduce la capacidad de asimilar conocimientos en casi un 40%"; las regiones cerebrales implicadas "se cierran" durante la falta de sueño.

Encefalogramas a voluntarios han permitido a este experto descubrir también que la limpieza del buzón del hipocampo tiene lugar sobre todo durante una fase del sueño cuya función hasta ahora no estaba clara, la fase 2 del sueño no-REM. La mitad del tiempo de sueño transcurre en esta fase, explicó Walker, y "no podía creer que la naturaleza dedicara tanto tiempo a algo sin motivo". MÓNICA SALOMONE - San Diego

lunes, 1 de febrero de 2010

¿Está sano tu corazón?

A través de siete pistas puede conocer si sus riesgos son especialmente altos.

¿Cómo definiría su salud cardiovascular? ¿Cree que sus arterias coronarias están en buen estado? ¿Necesitaría cambiar algunos hábitos para mejorar? A través de siete sencillas 'pistas' es posible comprobar hasta qué punto está sano su corazón. La Asociación Americana del Corazón ha lanzado una campaña para animar a los ciudadanos a repasarlas para conocer "si su salud cardiovascular es la ideal".

Según sus datos, el perfil "ideal" es el de aquellas personas que:

  • Nunca han fumado o abandonaron el hábito hace más de un año.
  • Tienen un índice de masa corporal inferior a 25 kg/mg2
  • Realizan una actividad física de intensidad moderada durante al menos 150 minutos (75 si es intensa) cada semana.
  • Toman una dieta equilibrada
  • Presentan unos niveles de colesterol en sangre menores de 200 mg/dL
  • Tienen una presión arterial inferior a 120/80 mm Hg
  • Poseen unos niveles de glucosa en sangre menores de 100 mg/dL

"Todo el mundo puede hacer algo para mejorar al menos uno de estos factores", ha comentado Donald M. Lloyd-Jones, al frente del Departamento de Medicina Preventiva del organismo estadounidense, quien ha hecho especial hincapié en la necesidad de que cada persona conozca su riesgo cardiovascular.

La Asociación Americana del Corazón decidió poner en marcha esta campaña después de conocer los resultados de una encuesta sobre salud cardiovascular en la que quedaba patente la existencia de un problema de percepción entre los participantes.

Según sus datos, hasta un 39% de la muestra aseguraba creer tener una buena salud cardiovascular, pese a que a un 54% de ellos un médico les había advertido de que presentaban factores de riesgo cardiovascular o necesitaban modificar algún hábito en su vida para evitar trastornos en el futuro.

"Estos datos indican que mucha gente no asocia la existencia de importantes factores de riesgo, como llevar una dieta pobre o no practicar ningún ejercicio físico, con la posibilidad de tener una enfermedad cardiovascular", explica el organismo en un comunicado.

La Asociación, que ha puesto a disposición de los ciudadanos una herramienta 'on line' que permite analizar el nivel de riesgo cardiovascular, tiene como objetivo que en 2020 se hayan reducido las muertes por enfermedades cardiovasculares e ictus en Estados Unidos en un 20%. Fuente: Reuters.


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